La sirena de agua dulce

Por: Núñez Requejo-1º A

Esta historia comienza cuando Gerardo y Miguel van a pescar. Miguel ya había pescado varias truchas, Pero Gerardo sin pensar preparo su anzuelo y cazo una trucha más grande de las que había cazado Miguel. Después de esto Miguel decide ir a buscar moras, pero un resplandor lo atrajo hacia el agua y encontró una sirena.

A Adonay (la sirena) siempre la escuchaban cantar por las noches por eso las mujeres encerraban a sus maridos y a sus hijos; pero Adonay no cantaba para ellos sino que cantaba para si misma.

Un día Gerardo enamorado de Adonay decide llevársela a su casa y vivir con ella, en eso Adonay: le dice a Gerardo y Miguel que ella quería regresar a su hogar, entonces Gerardo le dijo: yo te llevo a mi casa, pero Adonay le dijo: a mi hogar en el mar. Ellos le prometieron que la llevarían de regreso pero antes de eso ellos tenían que limpiar el río que pasaba por la ciudad.

Ellos hicieron un proyecto y limpiaron el río lo más rápido que se pudo. El río ya limpio era muy atractivo y muchos turistas llegaron a visitarlo. Gerardo y Miguel van y le cuentan a Adonay que el río ya estaba limpio, Pero ella les dice que debe ir rumbo a su hogar de noche y necesitaba que lloviera dos veces para que pueda partir.

Y así fue llovió dos veces y en la noche salio rumbo a su hogar, llego a la ciudad y comenzó a atravesar sigilosamente y conteniendo la respiración. Había mucha gente en el puente, pero un chiquito que le había picado algo en la cabeza descubrió a Adonay y grito una sirena, entonces Gerardo le dice las sirenas no existen, entonces el chiquito se quedo callado. Gerardo y Miguel se hicieron pasar por perdidos y siguieron corriendo para alcanzar a Adonay. Al llegar al mar Adonay les hizo adiós con la mano y se sumergió.
Al siguiente día en la noche Miguel tropezó en la puerta con un hombre dos veces más viejo que don Jacobo, de barba blanca y larga y ojos azules, dijo Adonay esta a salvo y Miguel dijo ¿usted como sabe?- me envió con la noticia-dijo-el viejo. El viejo le dijo a Miguel abre tu mano y en su palma deposito un anillo negro, un fino anillo de corozo y dijo gracias por todo, también a tu amigo, adiós y desapareció.